NATANYA
Por muchos años viví en una ciudad pequeña del norte de Estados Unidos. La primera vez que iba a impartir una clase en la universidad y recién graduada del postgrado, el director de la carrera me aconsejó que hiciera un anuncio para promover el curso.
Me había pedido que desarrollara un curso acerca del Arte Moderno de America Latina, sería el primero en dictarse acerca del tema en esa facultad y el resultado directo de mis quejas por su ausencia.
Eran los años 90. El anuncio consistía en una hoja donde imprimí mi nombre, el nombre del curso y el horario en el que sería impartido. También decidimos poner una foto representativa de la materia para atraer a mis futuros estudiantes. Escogí una pintura de Diego Rivera.
Después de todo el Muralismo Mexicano había sido uno de los movimientos artístico más importantes del siglo XX y Rivera su más famoso representante. Hice varias fotocopias del aviso y las pegué por todo el edificio de la facultad y esperé ansiosa a que me dijeran cuántos alumnos se habían inscrito. La temporada de inscripciones estaba por terminar, cuando mi querido director me llamó a su oficina para decirme que hasta ese momento había muy pocos estudiantes registrados en mi curso y que por lo tanto, estaba en grave peligro de ser cancelado. “El problema” me dijo “es tu anuncio. La obra de arte que lo ilustra es muy importante, pero nadie la conoce. ” Acto seguido se sentó ante su computadora y redacto un nuevo anuncio con la reproducción de la pintura Las Dos Fridas. Mi curso se llenó justo a tiempo.
Conservé el preciado anuncio colgado en mi oficina por muchos años.
MARTA
Frida Kahlo. La Frida Kahlo.
Qué podemos decir acerca de una artista que es ya tan conocida?
Lo primero es contarles que en vida ella no era ni la mitad de conocida de lo que era su marido, el gran muralista Diego Rivera. Cuando ella murió en 1954, sus pinturas eran prácticamente desconocidas fuera de México. El verdadero interés por su obra empezó en los años 70 cuando con el fin de dar a conocer artistas mujeres, se publicaron los primeros dos libros acerca de su vida y obra.
En 1977 se subastó por primera vez, fuera de México, una de sus pinturas, esta fue “Arbol de la Esperanza, mantente firme”.
Un año más tarde, en 1978, se organizaron sus dos primeras exposiciones retrospectivas: una en el Palacio Nacional de Bellas Artes en la Ciudad de México y otra en el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago.
En 1982, otra exposición viajó por diferentes partes del mundo, y ese mismo año la historiadora de arte Hayden Herrera publicó “Frida: una Biografía de Frida Kahlo”.
Este libro fue considerado uno de los más vendidos a nivel internacional y sirvió de base para la película “Frida” del 2002, actuada y producida por Salma Hayek.
Hoy, convertida en una figura de culto, Frida es reconocida por las flores en la cabeza, los vestidos folklóricos y la uniceja. Es la mujer que a los 18 años tuvo un accidente terrible pero nunca dejó de reír y gozar con sus amigos.
Fue la que sufrió las infidelidades de su marido, a quien adoró y cuidó como al niño que nunca pudo tener, y fue la que pagó esos engaños manteniendo sus propios romances extramaritales con algunos y .. con algunas. También, La Frida solidaria que se preocupó por los menos afortunados de su país y la Frida perseverante que se hizo respetar en una cultura de machos, y por supuesto fue la Frida VALIENTE que en lugar de dejarse amedrentar por enfermedades y operaciones, se atrevió a pintar su dolor y sufrimiento en inolvidables autorretratos.
NATANYA
Entre sus obras solo hubo dos de grandes dimensiones. Una se llamaba “La Mesa Herida" y se conoce solo por fotografías, no se sabe qué fue de ella. La otra es “Las Dos Fridas” que mide alrededor de 1.70 x 1.70 metros y por la que cómo ya saben, siento una especial gratitud.
Es por esto que me gusta visitarla en el Museo de Arte Moderno cuando viajo a mi Ciudad de México. Me gusta entrar al museo, subir al primer piso y pararme frente al doble autorretrato. Miro a las dos Fridas sentadas en la misma banca, tomadas de la mano.
Qué fue lo que la llevó a esa situación?
MARTA
La historia de Frida es bastante conocida. Magdalena Carmen Frieda Kahlo y Calderón nació el 6 de julio de 1907 en Coyoacán, entonces un suburbio residencial y que hoy es parte de la gran Ciudad de México. Su papá Wilhem (Guillermo) Kahlo fue un inmigrante Alemán que después de haber llegado a México adolescente y pobre, logró convertirse en fotógrafo de cierto renombre. Fue, según su hija, un padre cariñoso que le enseño el arte de la fotografía. Su madre Matilde Calderón, mexicana de ascendencia mestiza y ferviente católica, fue una mujer dura y estricta. Frida fue una niña muy inteligente y algo rebelde, cuando tenía 6 años sufrió de poliomielitis por lo que su pierna derecha era más delgada y corta que la izquierda y a los 18 años cuando era una estudiante que soñaba con ser médica, el bus en el que viajaba chocó con un trolebús y la joven Frida, sufrió graves lesiones que la llevaron a someterse a más de 25 operaciones durante sus siguientes 29 años de vida y una de sus consecuencias físicas fue el no poder tener hijos.
Ese horrible accidente fue también la causa que dejara sus estudios y empezara a pintar.
Su padre le regaló un caballete especial que le permitió pintar durante el larguísimo tiempo que pasó encerrada en una dolorosa armadura de yeso que le cubría el cuerpo entero y la obligaba a mantenerse en cama.
En 1929 Frida de 22 años, se casó con el pintor Diego Rivera, él era 24 años mayor que ella, alto y gordo y además toda una celebridad. De ahí que la mamá de Frida dijera alguna vez, que ese matrimonio había sido la unión entre un elefante y una paloma.
Por influencia de su marido, Frida empezó a vestirse con las faldas anchas y las blusas bordadas de colores vivos que caracterizan a las campesinas mexicanas. También fue por él que empezó a peinar su pelo en trenzas que recogía sobre su cabeza y adornaba con flores y cintas.
Según la biógrafa Hayden Herrera, Frida decide adoptar su muy singular modo de vestir para complacer a su marido y al mismo tiempo para enfatizar su Mexicanidad.
Esta idea de identificarse con las tradiciones y la cultura de su país adquiere más importancia cuando en 1931 acompaña a Diego a Estados Unidos para que el cumpliera comisiones en San Francisco, Detroit y Nueva York.
(a propósito, en nuestro episodio “La Batalla del Centro Rockefeller” les contamos la historia de una de esas comisiones).
Frida también pintó durante los dos años que pasaron en Estados Unidos y en contraste con las grandes obras públicas que hizo Diego, ella produjo pequeñas pinturas en las cuales se retrata a sí misma.
NATANYA
En 1932 mientras vivieron en Detroit, sede de la Ford Motor Company, Rivera pintaba magníficos murales acerca de la Industria automotriz sobre las paredes del Instituto de Arte, y mientras tanto. Frida pinta su obra “Retrato en la Frontera entre Mexico y Estados Unidos” sobre una placa de metal de apenas 32 x 35 cm.
Aquí Frida se representa parada sobre un pedestal en medio de un paisaje dividido en dos.
Del lado derecho, detrás de unos edificios altos, vemos una fábrica. La bandera Americana formada de humo, sale de sus chimeneas, sobre las que aparece la palabra FORD. Al frente vemos un terreno árido sobre el que lo único que parece germinar son maquinas eléctricas con cables en vez de raíces.
Para Frida, Estados Unidos es un lugar de fría industrialización, una patria de cables y humo.
Del lado izquierdo, el sol y la luna resplandecen sobre un antiguo templo de piedra. En el suelo aparecen ídolos prehispánicos y exuberantes flores con largas raíces. Frida nos muestra su predilección por su México de historia, cultura y magia.
En mi opinión, lo mejor del cuadro es la manera en la que se muestra a sí misma con un vestido largo de estilo Europeo, de tela suave color rosa claro y guantes de encaje blanco hasta los codos. Esta Frida es una ‘dama’, la esposa perfecta del pintor famoso. Sin embargo, fíjense que la tela que cubre su busto es demasiado transparente y que ella tiene un cigarrillo en una mano y la bandera de México en la otra.
La niña buena del vestido rosa es también Frida la rebelde, la valiente, LA MEXICANA. La misma que toma tequila y se divierte contando chistes subidos de tono y diciendo palabrotas.
Esta técnica de mostrarnos dos diferentes aspectos de su vida la usa también en otras obras. Una es “Memoria o El Corazón”, que produjo en 1937 cuando la pareja ya estaba de regreso en México. En ella vemos a Frida parada con el pie derecho en la tierra mientras que su pie izquierdo está dentro del agua con un extraño zapato que parece un barco. Tiene el cabello corto y rizado y sus cejas anchas casi se tocan sobre el puente de la nariz. Nos mira con una expresión seria, mientras grandes lágrimas blancas recorren sus mejillas. Está vestida con ropa de estilo europeo, y aunque no tiene brazos, las mangas de su chaqueta se doblan a la altura de los codos. En el lugar del pecho, justo donde debería estar su corazón, hay un hueco traspasado en diagonal por una fina vara de metal dorado.
Sobre el agua y en un gancho amarrado de un cordón rojo cuelga uno de sus trajes mexicanos. El brazo derecho que sale de la blusa se enlaza con la manga, sin brazo, del saco de la figura de Frida.
Del otro lado del paisaje, cuelga su antiguo uniforme de colegiala de cuya blusa sale el otro brazo. Abajo la tierra es árida y en ella el enorme corazón de Frida se desangra.
La sangre de su corazón herido se extiende en todas las direcciones dentro de la pintura. Se dirige hacia las montañas del fondo y también en sentido opuesto hacia el agua, con esa misma sangre firma su nombre y el año, 1937.
“Memoria o El Corazón” es una obra bastante impresionante en la que Frida utiliza el lenguaje de los Surrealistas para expresar el tremendo dolor que le causo descubrir que su marido había tenido un romance con su amiga y confidente más cercana: su hermana Cristina.
Después de un tiempo, Frida logra perdonar a su hermana pero los problemas matrimoniales continúan hasta que se divorcian a fines de 1939.
Es precisamente durante ese devastador periodo de separación en el que pinta “Las Dos Fridas”.
Es en todo esto en lo que pienso cuando parada enfrente de la obra veo su retrato doble. Las dos caras idénticas con una expresión muy seria. La Frida que está sentada del lado derecho viste traje folklórico y tiene un diminuto retrato de Diego niño en la mano. Esta Frida tiene el corazón entero que podemos ver por encima de su blusa azul. La pintora dijo que esta es “la Frida que Diego amó”. Una vena roja atraviesa el espacio hasta unirla con la segunda Frida que está sentada a su lado que lleva un vestido de novia victoriano, la blusa adornada con encajes, y la falda bordada con diminutas flores rojas.
Ella es la Frida “que Diego ya no ama” y tiene el corazón roto, su vestido y su pecho están abiertos para dejarnos ver el interior de su corazón. La sangre que viaja por la vena que une a las dos Fridas y hace latir los dos corazones se origina en el retrato de Diego que sostiene la Frida mexicana y termina en las tijeras quirúrgicas que sostiene la Frida europea.
La presión de las tijeras no logra detener la corriente de sangre que cae sobre su regazo manchando su falda blanca y haciendo alusión a sus abortos espontáneos, el significado parece bastante claro: ella solamente es una persona completa junto a su amado. De lo contrario se siente perdida.
Noten que la banca de las dos Fridas está sobre un suelo de tierra pero que no hay nada que nos indique dónde está, ni siquiera si es un lugar real.
El fondo del cuadro, está ocupado por nubarrones grises, como de tormenta. Para muchos esto representa su interior está en un mundo extraño y tormentoso en el que SOLAMENTE SE TIENE A SI MISMA. ELLA Y SOLO ELLA, en sus dos diferentes aspectos, querida o no querida, mexicana o europea, ELLA sostiene SU PROPIA MANO.
La artista explica el origen de esta obra en su diario, donde recuerda que por la época que tuvo polio se inventó una amiga imaginaria. Para verla, Frida pintaba una puerta sobre la ventana de su cuarto y corría a encontrarla en un sótano. Ahí brincaban y bailaban juntas. Esta amiga era a quien la pequeña Frida podía contar todas sus angustias. Hayden Herrera propone que Kahlo inventa una segunda Frida para proteger su interior herido.
La máscara de expresión dura e inaccesible que vemos en sus autorretratos le sirve para esconder la angustia de su interior y el remolino de su cerebro.
Es precisamente la tensión que crea entre la inexpresiva máscara de su rostro y las imágenes de sufrimiento explícito (como tener el corazón abierto dentro del pecho o desangrándose en el suelo) lo que hacen que sus obras sean inolvidables.
MARTA
“Las Dos Fridas” se presentó por primera vez en la Exposición Internacional del Surrealismo en Enero de 1940 en México, poco después y a un año de haberse divorciado, Frida y Diego se volvieron a casar, pero sus dificultades de pareja no mejoraron y la salud de Frida tampoco. Tuvo que pasar largas temporadas hospitalizada o en cama, se hizo adicta a los medicamentos contra el dolor y al alcohol. La polio de su niñez, el accidente de su adolescencia y el posterior diagnóstico de una enfermedad de la columna vertebral hicieron que, en las palabras de alguien que la conoció bien, Frida
“se fuera muriendo durante toda la vida”.
Entre 1925 y 1954 soportó muchas cirugías que no apaciguaron sus sufrimientos y murió muy joven a los 47 años. Poco a poco y apoyada por Diego, quien la proclamó la artista más importante de su época, la obra de Frida fue adquiriendo reconocimiento. En México, congregó a un grupo de fieles estudiantes a quien se les llegó a conocer como “Los Fridos”. Su obra se expuso en muestras colectivas en Paris y Estados Unidos.
En la ciudad de Mexico en Abril de 1953 se inauguró su única exposición individual, Frida no hizo caso a las ordenes de su médico y acudió para recibir a sus amigos y admiradores, desde su cama que hizo llevar a la galería. Asistió divinamente maquillada, vestida con colores alegres, con ruidosas joyas en brazos y orejas y su pelo adornado con flores y cintas.
La muestra fue tan aclamada! que permaneció abierta por un mes completo.
La revista norteamericana Time le dedicó un articulo en que la proclamó una celebridad por derecho propio, pero su cuerpo estaba roto y a pesar de que sus amigos la vieran bromear y reírse de sí misma, la amputación de su pierna derecha le rompió también el alma.
NATANYA
El 13 de julio de 1954 Frida murió en la misma Casa Azul donde había nacido 47 años antes. La causa de su fallecimiento se registró como embolia pulmonar pero sus amigos sospecharon que se había suicidado (ya lo había intentado anteriormente). Lo último que escribió en su diario fue “espero alegre la salida… y espero no volver jamás …”
Su pintura Las Dos Fridas cumplió 80 años en 2019.
Hoy la seguimos admirando. También a ella.
Los dejo con el poema que Frida escribió en la invitación a su exposición individual:
“Con amistad y cariño
nacido del corazón
tengo el gusto de invitarte
a mi humilde exposición.
A las ocho de la noche
-pues reloj tienes al cabo-
te espero en la Galería
d’esta Lola Alvarez Bravo.
Se encuentra en Amberes 12
y con puertas a la calle,
de suerte que no te pierdes
porque se acaba el detalle.
Sólo quiero que me digas
tu opinión buena y sincera.
eres leído y escribido;
tu saber es de primera.
Estos cuadros de pintura
pinté con mis propias manos
y esperan en las paredes
que gusten a mis hermanos.
Bueno mi cuate querido:
con amistad verdadera
te lo agradece en el alma
Frida Kahlo de Rivera.
Coyoacán - 1953 “
Estuvieron con ustedes Natanya Blanck y Marta Gonzalez.
Gracias por su tiempo.